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La primera cita al cine

 

Tener una primera cita romántica yendo al cine es, sin lugar a dudas, un verdadero clásico histórico. Por eso, lector, te presentamos el siguiente artículo, con la clara de intención de echar luz sobre algunos puntos capitales, que hacen a la esencia misma de esta salida tan conocida. No se trata, así, de darte mayores consejos, sino de exponer aquello que consideramos más relevante para que, de ese modo, pueda tú mismo -con buena información- tener un encuentro agradable con la persona de tus deseos.

A la par, por otro lado, no se puede dejar de mencionar que, en relación a las salidas románticas, los tiempos han cambiado y mucho. Por ello, en las líneas que sigue abordamos también la pregunta de si sigue siendo la primera cita al cine una forma adecuada de tener el primer encuentro íntimo, atentos a los cambios mencionados.

primer cita en el cineAhora bien, preguntemos entonces: ¿Por qué será que a lo largo de tantos años la primera cita al cine ha parecido ser la forma más apropiada de tener ese primer encuentro íntimo? Y lo cierto -según nosotros lo entendemos- es que la respuesta a este interrogante para por el lado de poder construir una historia. ¿Y a qué no referimos con esto de "construir una historia"? Pues bien: nos referimos a que en la medida que se tiene una primera cita, se la tiene con la clara intención de poder construir, a partir de ahí, una historia común. Luego, sin importar si esa historia termina siendo larga o corta, una comedia o un drama, lo cierto es que las personas puede sentir para consigo mismas -y decirles a los demás- "he participado de una historia". Porque ¿qué es una relación romántica sino, precisamente, una historia de a dos? ¿Y qué es el cine sino un espacio al que uno va para, olvidándose de sí mismo, poder vivir una historia? Pues he aquí la coincidencia, entonces; la coincidencia en la historia, la coincidencia en el vivir una historia.

Así mismo, y en relación con lo antes dicho, es importante resalta que -también- el cine es un espacio particular, en el sentido de que el encuentro que en él se mantiene ese indirecto. ¿Y qué debe entenderse por esto de "indirecto"? Es sencillo, ya que al cine no va uno a hablar sino a ver algo de lo que después, sí, podrá hablar. De esta manera -es decir: viendo una película de a dos- se posterga el nerviosismo propio de "tener que hablar" y se asegura la posibilidad de tener, después, algo para hablar. De aquí que, entonces –y en el sentido de poder propiciar un encuentro íntimo- sea muy aconsejable no dejar la cita al cine en eso y nada más, sino, después del cine, ira a cenar o a tomar algo. Se encontrará, entonces, que el haber ido al cine ayudó a relajar la situación del primer encuentro, de modo que se puede tener una charla mucho más amena, apartada de exigencias o malestares propios del nerviosismo.

 
 
 

Los tiempos que corren

Pero, ¿qué ocurre en los tiempos actuales, que tanto han cambiado en relación a la forma en la que se establecen los vínculos amorosos? ¿Sigue siendo el cine lo que antes era? Y verás, lector, que la respuesta a esta pregunta es: no, el cine -como propuesta de una primera salida- ya no es lo que era. El fundamento de esta negativa está en el hecho de que, en la actualidad, por un lado, todo el mundo tiene acceso a ver películas en su casa y, segundo, la gente espera que el contacto físico entre las personas que salen se concrete de manera más rápida que en otros tiempos. primer cita en el cine para ver peliculaY el cine, lector, si bien conlleva todas las grandes ventajas arriba mencionadas, implica tiempos prolongados en el desarrollo de la cita; tiempos que, muchas veces, la impaciencia de nuestra época no está dispuesta a esperar.

Por eso, todo dependerá de la estrategia de conquista que cada persona prefriera llevar adelante. Así, si eres de aquellos que prefieren ir paso a paso, tomándose las cosas con calma, bien puedes aprovechar las ventajas de ir a ver una buena película. Pero si eres más bien de aquellos que se sienten más desenvueltos en el fuego del momento, ten por seguro que el cine no será el espacio adecuado para ti. Y no es que una forma de llevar adelante la conquista sea mejor que otra. Al fin y al cabo, todo depende en gran medida de la forma de ser de cada quien y, también, lógicamente, de las distintas edades y momentos de la vida. No se trata, tampoco, de caer en una suerte de "nostalgia de los viejos tiempos" sino, mucho más sencillo, de adoptar el camino que mejor conduce a la realización de los deseos de cada quien. No se trata, tampoco, y para concluir, de pensar que hay reglas absolutas, sobre las que se puede garantizar el éxito de la primera cita… No las hay.