 Cuando hablamos de conquista, son muchas las ideas que se nos cruzan por la cabeza: estrategias, romanticismo, tácticas, etc. Pero ¿Qué es realmente conquistar el corazón de una persona?
Aunque suene redundante decimos que atraer al otro a nuestras vidas es el acto y proceso de “conquistar”, de "enamorar", es decir, ganarse la confianza, el respeto, la aceptación del ser querido. Conquistar es persuadir a un individuo de que nosotros somos eso que el busca, enseñandole nuestro interior. Pero la conquista no tiene siempre una connotación negativa o positiva, ya que puede “jugar” con ambos aspectos; cuando enamoramos con fines egoístas, allí es cuando este sustantivo se transforma en indeseado, maligno; mientras que si empleamos estrategias para enamorar a una persona, con el fin de conquistarla pero sin segundas intenciones, entonces la conquista se transforma en una herramienta de luz que alumbra los corazones. De acuerdo a la opinión de distintos pensadores y filósofos, se afirma que la conquista es un “arte”. Esto se debe a que ser correspondido en el amor no es una tarea sencilla, ya que no todos nosotros podemos ser persuadidos mediante las mismas estrategias o recursos disponibles para enamorar, por ello se requiere de un gran empeño, observación y paciencia para poder lograr el objetivo.
La consquista no se lleva a cabo solo verbalmente, sino también mediante gestos o expresiones corporales; de acuerdo a los sociólogos, la conquista consta de 3 etapas: la atracción, el confort y la conquista en sí misma. En la primera fase, una persona siente interés por otra, pasando así a la segunda fase, en donde se desarrolla la confianza mutua de ambos individuos, terminando en la última etapa en donde nuestro objetivo es influir en el otro para concretar la conquista. Enamorar empieza por la mirada, el impacto visual entre los seres humanos es trascendental, mediante la misma podemos observar formas de caminar, la manera en que la persona gesticula, habla o, incluso, saluda, su vestimenta, etc. Luego encontramos la interacción, "ya nos vimos las caras; bueno, ahora es hora de saber cuántas cosas tenemos en común y si realmente podemos establecer un vínculo que luego podría volverse afectivo". Los expertos aseguran que primero tenemos que aprender a ganarnos a nosotros mismos, involucrando confianza y honra, y luego podremos tener éxito con los demás. Si queremos triunfar, debemos dejar de lado la timidez, la inseguridad, el miedo y la vergüenza; a su vez, debemos aceptar las posibles derrotas que suframos en el camino, ya que no siempre la otra persona se sentirá atraída por nosotros, pero esto no debe hacer que perdamos la fe.
Técnicas para enamorar
 Existe algunas estrategias o técnicas de conquista que son viables en ambas partes, la primera de todas es la confianza en uno mismo; debemos aceptar que tenemos cualidades positivas y que depende de nosotros de que el resto las conozca. El segundo tip es el que se vincula con la timidez, debemos vencerla, dejando de lado toda influencia pesimista y empezar a contar con una nueva predisposición, la de dialogar, conocer gente, hacer amigos. También, en esta etapa, necesitaremos paciencia y optimismo, ya que al principio costará dejar los antiguos hábitos de lado. La tensión es un gran enemigo de la seducción, por ello debemos relajarnos ante la presencia de la persona que nos gusta; siempre solemos estar ansiosos, nuestra respiración se acelera, sudamos mucho y demás acciones. De esta manera, inconscientemente, nuestro comportamiento pierde eficacia y la seducción falla.
Existen técnicas rápidas y eficaces para lograr una completa relajación: practicar la respiración profunda, relajación de los músculos, etc. Otra estrategia que no debe faltar es el uso del cuerpo y las palabras, ambos combinados, no nos olvidemos de que siempre nos comunicamos y para ello necesitamos de nuestra voz y nuestros gestos, lo mismo ocurre en la conquista, allí es donde nos mostraremos auténticos. Todos nuestros gestos y posturas comunican, transmiten; la conquista se nutre de ellos para lograr el cometido.
En cuanto al lenguaje, aquí debemos ser cuidadosos, ¿Cómo debemos utilizar las palabras?; éstas expresan cómo estamos y nos sentimos, por ende debemos emplear frases convincentes, atractivas, positivas, y en lo posible, inteligentes. En un caso de confianza extrema, podemos acudir a los ya conocidos “piropos”; los mismos deben ser recitados en el momento justo y con alguna dosis de “sorpresa”. Algunos ejemplos útiles son “tu perfume es muy bonito”, “tu hablar es muy tierno”, etc. De más está decir, que se deben evitar las frases vulgares o falsas, ni mencionar los piropos exagerados. Por último, la más importante en la estrategia para enamorar: “ponte es su lugar”, ¿Qué queremos decir con esto?, muestra interés por la otra persona, por lo que dice y siente. Para lograr esto podemos no solo usar palabras (“creo saber lo que te pasa”), sino también el cuerpo; miraremos a la persona a los ojos, moveremos la cabeza asintiendo, tomaremos la mano del individuo, etc. Como conclusión decimos, que cada uno de nosotros tenemos formas innatas, pero para poder desarrollarla plenamente debemos seguir algunos consejos útiles que nos ayudarán a librarnos de los obstáculos.
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