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Amigovios

 

Presentamos aquí algunas consideraciones fundamentales al respecto de una palabra que, aunque quizás ya no sea muy utilizada, pone de manifiesto un sentir ampliamente difundido entre aquellos que han comenzado a verse con alguien y sienten que, quizás, exista la posibilidad de profundizar en una relación comprometida y duradera. De esta manera, las líneas que siguen están destinadas a esclarecer la esencia de la expresión: "amigovio", señalando sus alcances y limitaciones, junto con sus pro y sus contra.

En primer lugar -como el sentido común lo revela- la expresión "amigovio" deriva de la conjunción de las palabras "amigo" y "novio". Así, se trata de una palabra que se utiliza para designar una relación amorosa e íntima, recién iniciada, en la que las partes todavía no se han entregado completamente a los rótulos formales. amigovios modernosEs decir: No son amigos, porque ya se ha dado entre ellos el encuentro íntimo, pero tampoco son novios, siendo que, primero, su relación no ha sido reconocida entre ellos formalmente y, segundo, no ha sido compartida con los demás (sobre todo con su familia). De esta manera, vemos que se crea con esta expresión un punto gris –por decirlo de alguna manera-; una etapa que representa una transición entre la amistad y el amor declarado; un intermedio en el que un hombre y una mujer se encuentran para compartir y disfrutar juntos de la vida, sin la necesidad de prometerse aún nada, ni asegurarse una fidelidad completa. Considerando el tema desde una posible valoración inicial, cabe señalar que la posibilidad de contar con una expresión intermedia y no reconocida oficialmente -como es el caso de "amigovio"- puede permitir a las partes involucradas en el romance una tranquilidad al interior de la relación, sin tener que llegar a sentirse exigidos a avanzar en la definición inmediata de un compromiso completo.

En este sentido, es muy importante dejar en claro que no se trata de una palabra que deba usarse hacia afuera; como ir por ahí diciendo "tal hombre es mi amigoivio" o "tal mujer mi amigovia". No se trata, siquiera, de una palabra que deba utilizarse dentro de la misma relación, como decir: "me siento tan bien contigo, amigovia mía". ¡Nada de eso, lector! Se trata, fundamentalmente, de una palabra que sirve para calmar las propias ansiedades. Es decir, una herramienta del lenguaje cuya función es tranquilizar las incertidumbres de una persona que, habiendo entrado en contacto íntimo con otra, no puede saber aún qué le deparará el futuro de esa relación y, al verse aquejada por pensamientos dubitativos permanentes, se calma a sí misma diciendo: "está bien, por ahora somos amigovios".

 
 
 

Los contras de éstas relaciones

Pero así como hemos señalado el valor positivo de esta expresión, cabe poner de manifiesto, también, algunas limitaciones que competen a las relaciones románticas propias del caso. Así, aquellos romances que se encuentren en el estadio de amigovios quedarán determinados de manera tal que no quepan, después, planteos o conflictos derivados de la falta de fidelidad. Porque siendo que la pareja no se atreve a asumir aún la categoría formal, socialmente reconocida, de noviazgo, tampoco cabe esperar de esa relación un proceder que esté de acuerdo al compromiso del noviazgo.

Se trata, así, de la importancia de entender que en la vida debe de haber una coherencia entre la palabra que se utiliza para designar algo y, a la par, las características asociadas a ese algo. amigovios jovenes creciendoY solo por poner un ejemplo, supongamos que una persona prefiere relacionarse con sus compañeros de trabajo diciéndoles "colegas". Pues bien, no cabrá después que esa misma persona se dirija a sus "colegas" de oficina con reclamos propios de la "amistad", ya que para que haya una genuina amistad -delimitada por los códigos correspondientes- debe de utilizarse, dentro de la relación, la palabra "amigo". Así, lector -esto es lo que queremos apuntar-, debes estar atento a las palabras que usas para relacionarte con las personas ya que esas palabras determinan una realidad de la que, después, no será posible escapar.

Por lo demás, es fundamental entender que la expresión "amigovios" no logrará, nunca, ser sostenida en el tiempo ya que se tarta -como dijimos al principio- de un término provisorio que, a la postre, deberá decidirse por alguna de las dos palabras que contiene. Así, o bien la relación íntima se disgrega, en cuyo caso puede quedar -en el mejor de los panoramas- una vinculo de "amigos", o bien la relación avanza hacia una definición formal, para entrar de lleno en un verdadero "noviazgo". Por esto, lector, ten en cuenta que en vano sería procurar un esfuerzo que logre sostener la relación de amigovios extensamente. Una idea como esa podría llegar a parecer interesante, sin dudas, ya que implicaría la posibilidad de estar en un vínculo en el que se goza de todos los privilegios sin tener que responder por ninguna de las responsabilidades. ¡Pero en la vida las cosas no son así, lector! Lo que sirve para corto, no sirve para largo.