De la misma manera que en otros artículos pasados, no es nuestra intención, en el presente, desarrollar una lista de poemas referidos al noviazgo. De manera distinta, proponemos un análisis en el que señalar las características fundamentales de este tipo de poesía, y esto con la idea de aportar herramientas que permitan, sobre bases claras y firmes, el desarrollo de la propia experiencia. Y en este sentido, nuestra negativa a mostrar, simplemente, innumerables ejemplos de obras afines con el tópico que analizamos, se debe a que entendemos que será la esencia y no la superficie lo que, a la postre, permita acceder a un entendimiento genuino de esta forma de literatura.
Así, en primer lugar, cabe decir que entendemos bajo la expresión "poemas de noviazgo" todas aquellas obras escritas cuya intención específica es poner de manifiesto las experiencias que tienen lugar al interior de una relación romántica establecida, comprometida y que se sostiene en el tiempo. Y verás, así, lector, que hablar de poemas de noviazgo conlleva referirse a un tipo de obra muy particular, y esto por el sencillo hecho de que dichas obras quedan, como dijimos, establecidas en el marco de una relación también muy particular.
De esta manera, una de las formas más claras de discernir de qué se tara, a nivel de su finalidad, un poema de noviazgo, es distinguirlo de los poemas pensados, por ejemplo, para seducir a una persona determinada. Es decir: diferenciar a los poemas que ahora nos ocupan de aquellos que son previos al establecimiento de una relación de pareja formal. Y en este sentido, cabe poner de manifiesto que mientras la poesía destinada a la seducción suele apelar, fundamentalmente, a las emociones, la poesía de noviazgo suele apuntar, de manera distinta, a los sentimientos.
Y ¿por qué decimos que la literatura poética propia de las relaciones de noviazgo tuene como base de su escritura el plano de los sentimientos? Pues bien, la respuesta es ésta: Porque los sentimientos, a diferencia de las emociones, son una forma de sentir que solo puede experimentarse al interior de una relación bien establecida y formada. Es decir: por supuesto que las personas tienen sentimientos antes de "ponerse de novias", pero por lo que refiere a sentimientos relacionados con la relación íntima, ese es un tipo de sentir que solo se puede ganar en pareja y -esto es lo fundamental- con el correr de los años. Porque los sentimientos, al fin y al cabo -distinto que con las sensaciones y las emociones- son algo que tiene que ver con la memoria. ¿Y qué memoria podrá haber al interior de una relación que no lleva ya un determinado tiempo de historia juntos? Pues claro: Muy poca o ninguna.
Sus particularidades
Partiendo de lo antes dicho queda determinado, entonces, que la poesía de noviazgo -viéndolo ahora desde el costado del contenido- apelará a recursos de estilo que tengan por intención encender el recuerdo de aquello que se ha vivido al interior de la relación de pareja. Se trata, así, de un recordar en la obra, las cosas buenas, y también las malas, que pudieron acontecer en el amor de los novios. Y verás, lector, que este recurso de apelar a la memoria abunda en posibilidades de conquistar efectivamente el corazón de los lectores, ya que apela a un registro de sucesos que la persona que lee podrá asimilar fácilmente. En este sentido, una de las "formulas" -si se nos permite esta expresión- mas utilizadas es ayudar a recordar cómo se fueron superando las dificultades que, en el pasado, pusieron en jaque a la relación de pareja o, también –para el caso de un noviazgo que está en crisis- cuáles son las fuerzas que, en el amor de dos personas que desean prevalecer ante las dificultades, están presentes para sostener el vínculo.
De esta forma, se pone de manifiesto que hacer poesía que apele a la memoria no quiere decir, únicamente, referirse a hecho acontecidos en el pasado, sino que puede referirse, también, a ciertas capacidades olvidadas que, al recordarse, sirvan para volver a encender el amor. Porque ocurre, lector -y mucho- que los hombres a veces olvidan (por problemas de la vida cotidiana o confusiones emocionales) que aman a sus mujeres, y sus mujeres olvidan que aman a sus hombre; he ahí, entonces, el poder de los poemas de noviazgo, capaces de hacer "recordar el amor".
Por último, los poemas que nos ocupan se caracterizan, a nivel técnico, por tener una cuidada estructura, tanto por lo que respecta la musicalidad de las oraciones como, también, a nivel de un elegir las palabras con atención. No ocurre, así, como en otros tipos de obra poética, en la que los modos literarios pueden ser más o menos descuidados. Porque de la misma manera que un noviazgo se sostiene, en gran medida, a través del cuidado que cada una de las partes la brinda a la otra, de la misma manera, el arte escrito que en este caso refleja esa relación, deberá ser así mismo atendido.