Un error habitual en los seres humanos es apurar las cosas, somos seres que carecemos de paciencia (en general) y queremos todo ya, esta regla no escapa al compromiso. Apenas conocemos a alguien que comparte muchas cosas en común con nosotros, necesitamos llevarlo al altar o a convivir, error, debemos saber esperar.

¿Cómo saber si debemos comprometernos o no?, ante todo debemos despejar algunas dudas. Es indispensable que quien esté a nuestro lado nos atraiga físicamente. Los hábitos son también fundamentales: es tacaño, le gusta compartir, es detallista, es romántico/a, etc. La familia es otro punto fundamental a la hora de dar un “sí”, como también ocurre con los amigos; no nos olvidemos que cuando nos ponemos en pareja, debemos compartir no solo tiempo con nuestro conyugue sino también con su gente. Muchas veces la falta de afinidad con parientes y amigos lleva a una ruptura de pareja, esto es algo a tener en cuenta.