Enviada por Laura T. de Ecuador, la presente carta de amor comienza de la siguiente manera:carta al amor de mi vida

«Desde el fondo de mi corazón, esta carta al amor de mi vida…

De repente un día es mucho tiempo. De repente quiero detener las horas y más tarde anhelo que transcurran de prisa para volver a verte, para volver a sentirte y con mis oídos sordos escuchar el festival de palabras dulces que tienes guardadas para mí.

De repente no importa nada más, los problemas y el mundo exterior son insignificantes para mi, pues mi cabeza sólo piensa en el próximo encuentro y en como responderé esas preguntas, sin respuestas aparentes, que me dejan muda y al mismo tiempo despiertan mis ansias de decir sin reparo lo que debería callar, lo que tú quieres oír.

De repente la vida es cruel, porque me regala un amor y me lo quita a la vez. Me devuelve las estrellas y al mismo tiempo me recuerda que están muy lejos y no las puedo tocar. Me pone sobre la mesa una ilusión adornada con rosas y me deja una nota que dice con rojas letras «mis espinas envenenan, aléjate de mi».

De repente el miedo se apodera de mi, miedo a tenerte para luego tener que separarme de ti, por un tiempo que quizás sea breve y que gracias a ese beso aguado que me diste parecerá todo un siglo, parecerá una eternidad sin fin.

redactada a mi principe azulDe repente siento que me enamoro de ti, que perdí el control de mis actos y que en el estómago comenzaron a volar las mariposas que un día guardé en una jaula para no volver a sufrir. Que me duele tenerte pensando que quizás sólo soy un espejismo para ti, que en lugar de una diosa aquí solo hay una simple mortal, que en lugar de una reina soy una plebeya común que anda por la vida cazando sueños, persiguiendo anhelos.

De repente solo tres cosas puedo decir: hoy te siento, hoy te amo, hoy vibro por ti; y no quiero saber que pasa, no quiero entender porque llegue a este punto, no quiero escuchar razones, solo deseo recorrer a paso lento el puente de emociones que tendiste ante mi y disfrutar el camino con los ojos vendados sin pensar en mañana, sin pensar en ayer, dejándole todo al Cielo y también a la esperanza como quien no espera nada y a escondidas prueba el sabor del todo.

De repente mi cielo me voy a la cama a pensar solo en ti, de repente cariño, soñaré contigo y susurraré en tu oído eso que hoy te quise decir, eso que sabes hoy siento por ti…

Laura