Muchos cuentan que vivir en pareja es un aprendizaje constante, y que lo mejor es poner las cosas en claro antes de comenzar una vida juntos. Si cada lado de la pareja no está dispuesto a asumir su parte de responsabilidad y deberes, entonces no es apropiado empezar a vivir juntos, porque se carece de la madurez necesaria. Ante la clásica pregunta de cuánto tiempo hay que esperar para iniciar una convivencia, los tiempos son subjetivos, pero lo que es claro, es que cada uno individualmente debe estar preparado emocionalmente para dar ese paso tan importante.

Muchos se pregunto acerca del ir a vivir con su pareja, cómo y cuándo La verdadera pregunta, es el concepto de incompatibilidad, lo cual es lo más temido. Por desgracia, a menudo la única manera de entender lo que es realmente la otra persona es vivir con ella. Usted tendrá bastantes cosas que contar y transmitir todos los días, y entonces resulta complejo hacer de cada día algo un poco diferente del anterior y el siguiente, sin caer en el aburrimiento como uno observa en todos los demás. Surge el interrogante entonces si se puede mantener una pareja en el amor sin ser como las antiguas parejas donde los años de compromiso marchitaron la emoción inicial. Muchas parejas que se separan después del matrimonio o después de la cohabitación, dicen que luego no se reconocen más, que eran una persona diferente que cuando no estaba viviendo en pareja. Y a menudo es verdad.

Algunos, durante el noviazgo, se comportan a partir de determinadas conductas que luego abandonan totalmente una vez que lleguen a la seguridad de la convivencia, como si dijera ahora que sé que estamos relacionados, vinculados, y actúo como soy realmente y dejo de pretender ser lo que no soy porque ya estás conmigo. Aquí, también, es importante aclarar las cosas antes de empezar a vivir juntos, y luego conocerse. Las mañanas cuando te levantas con el pie izquierdo, la ira, las pequeñas depresiones que le ocurren a todo el mundo. Pero cuando uno elige vivir con alguien debe estar dispuesto también a sufrir los días malos del otro, aceptar su silencio, para evitar controversia innecesaria.

Es muy importante también saber cultivar su propio espacio y ser capaz de aceptar que el otro tiene el suyo. Algunas noches sólo para mujeres u hombres, hará que por más feliz que uno sea con su pareja, uno no caiga en lugares de hastío como pasar todas las noches en frente de la televisión porque ya no hay nada que contar.