El I Ching es un libro que se compone de un texto antiquísimo que comprende un valor de vida espiritual que es aplicable a todos los tiempos, ya que está dirigido a la esencia del ser y a la evolución humana, enfocado desde la sabiduría china en un contexto ampliamente universal. Contiene aforismos relacionados con el pensamiento religioso, con la ciencia, y con la filosofía, basados en las doctrinas de Confucio y Lao Tse, con una visión cosmogónica de la realidad.

El I Ching es el libro de las mutaciones, es decir que va marcando los cambios de la evolución y los ciclos de vida, para ello el texto principal del libro se basa en un oráculo compuesto por 64 hexagramas o signos que resumen todas las posibilidades de vida, y que tienen su base en la aritmética binaria. Los hexagramas se componen de 2 triagramas cada uno de 3 líneas dando por resultado un símbolo de 6 líneas horizontales, unas enteras y otras cortadas,  unas fijas y otras movibles, estas últimas permiten que el hexagrama se transmute en otro.

El I Ching además de  contener en sí un oráculo, es un libro sapiencial, es una guía que enfoca a los seres humanos  hacia una vida en armonía, con sabiduría. Para comprender el texto por demás subjetivo, el practicante debe tener una preparación especial, mediante un trabajo interno espiritual, de lo contrario las interpretaciones no pasan de un nivel simplemente psicológico, que al principio es válido, pero en la práctica, tanto el texto como los ideogramas representan estados de conciencia profundos, que conectan con la esencia de lo Creativo y lo Receptivo, pilares fundamentales, que sostienen esta obra maestra de la literatura espiritual china.

Dentro de esta filosofía tan profunda “lo inmutable” es la “mutación misma” por esta razón el oráculo se convierte en un instrumento de auxilio para encontrar la armonía dentro de una correcta orientación, con una cosmovisión que une la conciencia individual con la conciencia cósmica. El fluir de las energías marcadas por los hexagramas es el camino trazado por el destino, vivir en armonía es seguir ese trayecto evolutivo.

Todos los aspectos que componen el I Ching llevan a una sincronicidad basada en la perfección,  si bien el contenido está dividido en varias partes, la unidad está reflejada en la totalidad. El seguimiento de cada una de las partes marca el sendero de la verdad. La versión más completa y más profunda del I Ching es la obra presentada por Richard y Helmut WilHelm.