El hechizo de amarre es un acto que se practica a través de la magia y de manera sobrenatural, en la antigüedad estos sortilegios eran adjudicados a las brujas, que se ocupaban de controlar y manejar la voluntad de las personas. En la actualidad, hay mucha gente que recurre a un hechizo de amarre, que lo puede realizar por si misma o mediante otra persona que se dedica a esas cuestiones.

Un hechizo de amarre se practica para obligar a una persona a que haga lo que la otra desee, es decir que se apoderan de la voluntad. Muchos creen que un hechizo de amarre pertenece a la magia blanca pero están equivocadas, un hechizo de amarre es un trabajo de magia roja o negra dependiendo del grado de sometimiento hacia la otra persona. Existen muchas formas de hacer un trabajo de estos.

Generalmente se utilizan elementos pertenecientes a la persona que se desee amarrar, porque tienen plasmada su energía, estos elementos pueden ser,  fotos, cabellos, prendas, etc. Mediante un ritual hecho con dichos elementos se procede a realizar el hechizo de amarre. Los resultados pueden ser efectivos o nulos, dependiendo del nivel vibratorio de las personas involucradas, quien lo hace vibra bajo. Se tiene en cuenta que algunas personas son más fuertes que otras, o más receptivas.

En el universo en que vivimos todo lo que se hace, vuelve. La magia está considerada una práctica en donde se manipulan fuerzas y poderes de la materia psíquica con propósitos egoístas. Los encantamientos, las hechicerías, y la explotación de fenómenos psíquicos, son distorsiones derivadas de la desviación de la conciencia humana. En un hechizo de amarre pueden intervenir fuerzas elementales y densas que rondan los espacios invisibles, como también seres primitivos que han muerto y que habitan las esferas psíquicas del plano astral terrestre.

En el universo todo es energía en diferentes grados de condensación, y cualquier sentimiento, pensamiento y acción, interactúa con leyes universales, sobre todo con la ley del equilibrio que retribuye a los individuos todos los actos de su vida sean positivos o negativos.

En un hechizo de amarre se invoca a la ley de atracción magnética, mediante rituales de magia, como esta práctica es oscura, el universo a través de sus leyes devuelve una acción similar para equilibrar la acción. Los seres humanos tienen el poder de poner en movimiento las energías, y según la calificación que se les dé, conformarán su propio destino.